Más allá del espejo: Repensar la belleza, el retrato y la ilusión del tocador

A la mayoría de la gente no le gusta que le hagan fotos. Instintivamente se ponen rígidos, fuerzan una sonrisa o se cuestionan su aspecto incluso antes de que la cámara haga clic. La experiencia está plagada de ansiedades silenciosas: ¿Tengo buen aspecto? ¿Es éste mi mejor ángulo? En una cultura obsesionada con la propia imagen, la fotografía de retrato se ha convertido, irónicamente, en otro campo de batalla por la perfección, en lugar de una forma de arte basada en la autoexpresión.

El sector, sobre todo el de la fotografía de belleza y de tocador, vende una promesa seductora: ven a nosotros y te pondremos guapa. La fórmula es conocida. Primero el peinado y el maquillaje, porque no eres suficiente tal y como eres. Una selección de vestuario que favorezca tu figura, porque tu estado natural nunca está del todo "listo para la foto". A continuación, un experto en posado y retoque para que luzcas la mejor versión posible de ti misma, tal vez incluso una versión de ti misma que no acabas de reconocer.

Este es el mensaje silencioso que hay detrás de tantos retratos contemporáneos. Y está tan arraigado que rara vez lo cuestionamos. Pero preguntémonos: ¿Es esto empoderamiento? ¿Es esto arte? Y lo que es más importante, ¿eres tú?

Fotografía: ¿Arte o ilusión comercial?

La fotografía siempre ha estado a caballo entre el arte y la documentación. Pero en una época en la que todo el mundo lleva una cámara de alta resolución en el bolsillo, la diferencia entre una instantánea y una obra de arte se ha difuminado. Los fotógrafos profesionales suelen justificar su oficio con retoques de alta gama, reivindicando una superioridad sobre lo que puede captar un iPhone.

Sin embargo, la capacidad de retoque no equivale a la visión artística. Una fotografía, como cualquier otro medio, sólo se convierte en arte cuando está impregnada de intención, perspectiva y una conexión humana más profunda. ¿Tiene tu fotógrafo una voz o sigue una fórmula? Esta es la diferencia entre un retrato que habla y uno que simplemente "queda bien".

La fotografía boudoir es un claro ejemplo de esta división. A menudo se presenta como una experiencia de amor propio y empoderamiento, pero sus métodos reflejan las mismas tácticas de la industria de la belleza que alimentan la inseguridad. Si debemos someternos a un cambio de imagen completo para sentirnos bellas, si debemos posar y editarnos para conseguir una versión considerada "favorecedora", ¿nos hemos aceptado realmente? ¿O simplemente estamos fabricando confianza para la cámara?

El efecto filtro: la belleza como estado de ánimo

Los filtros de las redes sociales han generalizado aún más este dilema. Los estudios revelan que el uso prolongado de filtros de belleza en plataformas como Instagram conduce a la insatisfacción con la apariencia real de cada uno. Un estudio de 2023 publicado en Psychology Today descubrió que el 50% de los usuarios se sentían insatisfechos con su aspecto natural tras un uso prolongado de filtros. Otro estudio de PMC descubrió que casi la mitad de los encuestados se sentían menos satisfechos con su belleza natural tras una exposición prolongada a imágenes mejoradas digitalmente.

Si una imagen -filtrada o retocada profesionalmente- crea un estándar de belleza que no podemos cumplir en la vida real, ¿de qué nos sirve? Cuando colgamos ese retrato en la pared, ¿lo admiramos como un reflejo de amor propio o nos preguntamos en silencio si volveremos a tener un aspecto tan perfecto?

El problema no es estar guapa, sino la idea de que la belleza es algo que debemos construir, en lugar de algo que ya poseemos. La verdadera belleza no es un estado del cuerpo; es un estado de la mente. No se encuentra en la perfección, sino en la presencia.

Un enfoque diferente: Ver, no fabricar

En nuestro estudio adoptamos un enfoque diferente. Quitamos las capas que te dicen que no eres suficiente. En lugar de crear una ilusión, creamos un espacio en el que se te ve, sin artificios ni disculpas.

Esto es lo que ocurre cuando entras en un estudio como el nuestro:

  1. Sin distracciones, sin diálogo interno. Cuando te apuntan con una cámara, es como si te pusieran un espejo, pero en el que no puedes verte. Al instante, la mente se acelera. ¿Qué aspecto tengo? ¿Debo sonreír? Este parloteo interno te saca del momento. Te pedimos que lo dejes pasar.

  2. La belleza no se encuentra en la pose, sino en la presencia. No te pedimos que "poses" o "parezcas poderoso". El poder ya está dentro de ti; la confianza no es algo que fabriquemos, sino que descubrimos.

  3. Sin necesidad de transformación. La industria fotográfica moderna suele basarse en un supuesto silencioso: que la belleza requiere esfuerzo. Nosotros desafiamos esta idea. Cuando te fotografiamos, no nos interesa que te parezcas a otra persona. Nos atrae lo que te hace extraordinario, tal y comoeres, en este preciso momento.

¿Qué es realmente un retrato?

En esencia, un retrato es una biografía visual, unreflejo del espíritu de una persona en un momento determinado. Un buen retrato no se limita a captar tu aspecto, sino que revela algo más profundo. Por eso la gente a menudo no comprende del todo el significado de sus retratos hasta que los ve. "Has captado algo que me encanta. Nunca había tenido una foto que me hiciera sentir así. Es algo que pasaré a mis hijos y que me enorgullece darles. Creo que habla de muchos años de tristeza, felicidad, sabiduría... Todo sale a través de la foto. Me encanta. Gracias" -Judith, 74 años

Y ésa es la diferencia entre una imagen fabricada y un retrato auténtico. Una se ciñe a una fórmula; la otra descubre algo inesperado. Uno sigue un guión externo; el otro cuenta tu historia.

El legado de su imagen

Cuando miramos los retratos de nuestros antepasados, no los juzgamos según los cánones de belleza actuales. No nos preguntamos si llevaban suficiente maquillaje o si sus cuerpos estaban bien contorneados. Vemos su fuerza, su dignidad, la luz de sus ojos.

¿Y si pudieras dejar ese tipo de legado para el futuro? ¿Y si, en lugar de una versión hiperpulida de ti mismo, dejaras una imagen que te sintiera profunda e inconfundiblemente tú?

Ese es el retrato que pretendemos crear. No uno que se ajuste a las tendencias, sino uno que diga la verdad. No uno que enmascare, sino uno que revele. Porque la verdadera belleza -tu belleza- ya está ahí. No necesita permiso. Simplemente necesita ser vista.

¿Ha pensado alguna vez en cómo podría contarse su historia a través del arte del retrato? Creemos juntos algo atemporal-un retrato que refleje los vínculos que más te importan.

Jérôme Art & Photography se especializa en la fotografía de retrato de lujo y el arte de medios mixtos, servimos a clientes exigentes en Ottawa, Toronto, Montreal y Miami, convirtiendohistorias personales en extraordinarias piezas de legado.

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